Viajar a Mallorca en primavera es una decisión excelente porque podemos disfrutar de buen tiempo y ahorrarnos la masificación propia de los meses de verano en los enclaves más turísticos. Además, la naturaleza se encuentra en todo su esplendor, regalándonos paisajes de un colorido y una belleza excepcional.
En Mallorca todo esto se multiplica exponencialmente, ya que cuenta con temperaturas agradables, maravillosos paisajes naturales, playas paradisíacas y una menor afluencia de turistas.
En definitiva, la época primaveral es perfecta para poner el modo vacaciones en on y disfrutarlas al máximo.
Deportes, Mallorca y primavera forman un triángulo de ensueño
Mallorca es ya de por sí un paraíso para los deportistas. Hasta la isla se acercan profesionales y aficionados para prepararse y competir en especialidades como el triatlón de Mallorca, el golf, los deportes náuticos y, por supuesto, el ciclismo en Mallorca.
En particular, la práctica del ciclismo en primavera, no puede ser más gratificante. Sin el rigor del invierno (aunque en Mallorca no es demasiado frío) ni los calores del verano, en primavera nos podemos atrever con cualquier ruta ciclista. Si te gusta el ciclismo… no te puedes perder el placer de practicarlo durante la primavera mallorquina. ¡Comprueba por ti mismo que es un nivel superior!
Las posibilidades son innumerables, pero quizás los meses de primavera sean los ideales para adentrarnos en la Sierra de Tramuntana y, si tenemos ya un cierto nivel sobre las dos ruedas y estamos en forma, nos podemos atrever a ascender hasta el Puig Major, que con sus 1.445 metros de altitud se convierte en el pico más alto de todas las baleares.
Otra opción es recorrer las calas en bicicleta y, entre parada y parada, tomar algo en alguna de las muchas terrazas que hay junto al mar, muchas de ellas habilitadas para que puedas aparcar cómodamente tu bici: Cala Santanyi, Sa Calobra, Cala Mesquida… son algunas de las calas que no te puedes perder.
El senderismo en Mallorca es otra de las actividades que en primavera gana un plus de valor añadido, porque permite observar los maravillosos paisajes mientras hacemos deporte.
También es la mejor época para descubrir la belleza oculta de Mallorca: el subsuelo. Las cuevas de Mallorca configuran estructuras increíbles, repletas de estalactitas, estalagmitas y otros encantos. Las de las Cuevas del Drach son las más conocidas, pero también merecen mucho la pena las cuevas de Génova, Campanet, las Coves Blanques y Artá, entre otras.
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