En Mallorca a la hora del atardecer el cielo toma un color muy especial, ni siquiera los mallorquines se acostumbran a la belleza que ofrece el cielo a última hora, con una combinación de tonos amarillentos, anaranjados, rosados y, a veces, notas de un azul intenso.
Si además, eliges el lugar ideal con un horizonte abierto, prepárate para quedarte absolutamente paralizado por el momento. Solo o acompañado, sentirás una calma y una paz que solo la naturaleza puede ofrecernos.
Te contamos algunos de los mejores puntos para ver la puesta de sol:
Mirador de Sa Foradada
El punto más famoso y conocido en toda la isla para ver la puesta de sol. Sa Foradada se encuentra en la Serra de Tramuntana, zona catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Este mirador recibe su nombre del agujero en un inmenso pico rocoso junto al mar. En este enclave único hay un chiringuito en el que puedes disfrutar tomando algo mientras ves la bajada del sol, eso sí, debido a la situación actual, solo podrás acceder con reserva previa al restaurante, al bar o a los conciertos y eventos en Son Marroig.
Faro de Formentor
El faro de Formentor es un enclave es espectacular a cualquier hora del día, pero durante la puesta de sol aún se crece más, ofreciendo momentos únicos. Probablemente no estarás solo, ya que es un punto muy atractivo tanto para locales como para turistas, sin embargo, esto no te impedirá saborear sus increíbles vistas. Si estás pensando en declararte y quieres asegurarte un sí, este es un buen lugar para doblar la rodilla.
Faro de Ses Salines
Sí, os hablamos de faros porque realmente todos ellos tienen una ubicación privilegiada junto al mar. No todos tienen fácil acceso, pero el de Ses Salines te permite aparcar muy cerca y disfrutar de la puesta de sol entre chapuzón y brindis. Eso sí, en esta ocasión tendrá que ser self service, ya que es una zona virgen sin ningún chiringuito cercano.
Torre d’Aubarca
Este torreón construido de piedra, declarado Bien de Interés Cultural, se encuentra junto a un acantilado. Su ubicación estratégica se debe a que su función antiguamente era la de torre de vigilancia, un punto para controlar las embarcaciones que entraban por la costa. Esta construcción es la única huella humana que verás a su alrededor, en su alrededor la naturaleza campa a sus anchas ofreciendo cero contaminación acústica y el esplendor de la vegetación mediterránea.
Sigue nuestras rutas y vuelve con la maleta cargada de inolvidables momentos. ¡Y es que las vacaciones consisten en disfrutar al máximo y atesorar experiencias que nos recuerden lo bonito que es vivir!