Las dos ciudades más conocidas de Menorca son Ciudadela y Mahón. En la isla, puedes hacer muchas excursiones por Menorca, donde se esconden rincones bonitos y con encanto que no te debes perder:
Sant Lluís: Paisaje 100% menorquín
Este pequeño pueblo costero, ubicado en la zona sur de la isla, al lado de Mahón, forma un paisaje 100% menorquín y mediterráneo gracias a sus sencillas e impolutas casas blancas. Su imponente iglesia, también blanca, hace aun más impresionante el entorno. Tan mágico es este pueblo, que paseando por sus calles se puede encontrar el conocido Molí de Dalt, un antiguo molino de trigo convertido hoy en museo. Durante el verano, muchos artistas se acercan allí para inspirarse. Las tradicionales fiestas de Sant Lluis se celebran el 25 de agosto, en honor a San Luís IX, Rey de Francia.
Binibeca: Pueblo de pescadores
Es el poblado de pescadores ubicado en el término municipal de Sant Lluis. No hay sitio más puro y tradicional en Menorca. Paseando por las estrechas calles de Binibeca pensarás que has retrocedido en el tiempo. A pesar del turismo, sigue siendo un pueblo muy arraigado a sus tradiciones marineras. La playa de Binibeca es muy grande y profunda, de arena blanca y con un gran pinar que aguarda la sombra. ¿Necesitas algo más?
Ferreries: Famosa artesanía
Este pueblo, casi ciudad, está ubicado en el centro-norte de la isla de Menorca, muy cerca de Ciudadela. Tiene diversas playas, como Cala Pilar, Cala Mitjana o Cala Galdana, pero por lo que es mayormente conocida esta localidad es por su tradicional artesanía. Tanto, que muchos de sus vecinos se han hecho famosos por sus productos de calidad, como los zapateros Jaume Mascaró o Pretty Ballarinas. Fuera de temporada alta, recomendamos visitar el Puig de Santa Ágeda, desde dónde tendrás unas impresionantes vistas haciendo una pequeña excursión.