Ubicada en el norte de Mallorca, la pintoresca localidad de Pollença es un destino lleno de encanto y belleza. Este pueblo, con su rica historia, impresionantes paisajes y vibrante cultura, ofrece a los visitantes una experiencia única que la convierte en uno de los principales enclaves turísticos de Mallorca.
Esto hace que muchas personas a la hora de seleccionar el alojamiento durante su estancia en la isla, tengan en cuenta su proximidad a los principales atractivos turísticos y, sin duda, Pollença es uno de ellos. Nuestro VIVA Sunrise está a tan sólo 11 kilómetros de Pollença, lo que lo convierte en una opción ideal para aquellos que quieran alojarse cerca de esta localidad y de la zona de Alcudia, mientras disfrutan de todas las comodidades de un hotel de 4 estrellas.
Si a ti también te interesa conocer todo lo que no puedes perderte en tu visita a esta localidad, aquí te presentamos una guía detallada de qué ver y hacer en Pollença.
Comienza tu viaje por Pollença visitando el Puente Romano, también conocido como "Pont Romà". Aunque se le llama "romano", algunos estudios sugieren que podría datar de la época medieval. Este puente de piedra, con su arco único y perfectamente preservado, cruza el torrente de Sant Jordi y ha resistido el paso del tiempo, convirtiéndose en un hito local.
La belleza natural que rodea al puente lo convierte en un lugar idílico para un paseo tranquilo. A pesar de su cercanía a la bulliciosa ciudad de Pollença, la zona del puente es menos transitada y más relajada, ideal para hacerse fotos.
Otro de los lugares que ver en Pollença es su Plaza Mayor: que es el corazón de este lugar. Este espacio central es un hervidero de actividad, lleno de cafeterías, restaurantes y tiendas que bordean sus lados. Aquí puedes disfrutar de una comida al aire libre, observar a la gente pasar o simplemente saborear un café mientras te sumerges en el ritmo relajado de la vida mallorquina.
Cada domingo, la Plaza Mayor se transforma en un ajetreado mercado donde los locales venden todo tipo de productos, desde frutas y verduras frescas hasta productos artesanales. Es el lugar perfecto para adquirir algunos recuerdos auténticos de tu visita.
En un extremo de la plaza, encontrarás la impresionante Iglesia de Nostra Senyora dels Àngels. Esta hermosa iglesia parroquial, que data del siglo XVIII, es famosa por su impresionante rosetón y su órgano monumental.
El Calvario de Pollença es una de las atracciones más emblemáticas de esta pintoresca ciudad mallorquina. Se trata de una ermita situada en lo alto de una colina, a la que se llega subiendo 365 escalones, uno por cada día del año.
La subida es un desafío, pero vale la pena por las espectaculares vistas panorámicas de Pollença y sus alrededores que se obtienen desde la cima. En el camino, podrás disfrutar de la belleza de los antiguos cipreses que bordean la escalinata y de las tradicionales casas de piedra que salpican la ladera. Una vez arriba, no te pierdas la oportunidad de visitar la pequeña capilla del siglo XVIII. Aunque es sencilla en su diseño, tiene un encanto especial y una atmósfera tranquila que invita a la reflexión.
El Viernes Santo, el Calvario de Pollença es el escenario de una procesión muy emotiva en la que se recrea el descenso de la cruz de Jesús. Miles de personas acuden cada año a este evento, que es uno de los más importantes de la Semana Santa en Mallorca. Razones más que suficientes para convertirse en otro de los lugares que ver en Pollença.
A poca distancia del centro de la ciudad se encuentra el Puerto de Pollença o Port de Pollença, un lugar ideal para disfrutar de la playa y el mar. Puedes pasar el día tomando el sol, nadando o practicando deportes acuáticos. Se trata de una zona muy animada y con mucha vida donde también puedes dar un paseo por el puerto, lleno de botes y yates, y disfrutar de una comida en uno de los muchos restaurantes con vista al mar.
La belleza natural del puerto se complementa con la Sierra de Tramuntana, una cordillera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que proporciona un impresionante telón de fondo.
Para los amantes de la historia y la cultura, el Museo de Pollença es una visita obligada. Situado en el antiguo convento de Santo Domingo en Pollença, este museo alberga una rica colección de artefactos históricos y obras de arte, que abarcan desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo.
La colección del museo incluye piezas arqueológicas de la época romana y prehistórica, encontradas en yacimientos locales. También cuenta con una sección dedicada a la pintura y escultura contemporánea, con obras de artistas locales e internacionales. Además, el museo exhibe una serie de objetos etnográficos que ilustran la vida y costumbres tradicionales de Mallorca.
El edificio en sí, el antiguo convento de Santo Domingo, es un monumento histórico, con su claustro del siglo XVI y su antigua iglesia, que ahora se utiliza como sala de exposiciones.
El Cabo de Formentor es otra parada obligatoria que ver si te encuentras en las proximidades de Pollença. Este impresionante cabo ofrece unas vistas espectaculares del Mediterráneo y de la Sierra de Tramuntana
Además, es el hogar del Faro de Formentor, un lugar icónico de Mallorca al que se llega a través de una carretera serpenteante. En el trayecto disfrutarás de unas vistas panorámicas que son simplemente asombrosas: acantilados escarpados, aguas azules cristalinas y la inmensidad del mar abierto. El faro en sí es un hito icónico y una parada popular para los visitantes.
Finalmente, no puedes irte de Pollença sin probar la gastronomía local que puedes encontrar en multitud de establecimientos de esta localidad. Prueba el "tumbet", un plato típico mallorquín hecho con berenjenas, pimientos, patatas y tomates. O disfruta de una "ensaimada", un dulce tradicional de Mallorca.
En resumen, con todo lo que te hemos contado que tienes que ver Pollença, queda claro que es un destino lleno de encanto y actividades para todos los gustos. No importa que te guste la historia, la naturaleza, la gastronomía o simplemente relajarte en la playa, Pollença tiene un plan para ti.