El Monasterio de Lluc, también conocido como Santuari de Santa María de Lluc, es el primer santuario mariano de las Islas Baleares desde el siglo XIII. Lluc es mucho más que un santuario, es un signo de identidad del pueblo mallorquín.
Se trata de una visita ideal para aquellos turistas que desean disfrutar de mucho más que playa, sol y fiesta. Es considerado como un auténtico oasis de paz, espiritualidad y belleza, de ahí que no resulte extraño que anualmente miles de personas acudan a este monasterio a empaparse de su historia y su entorno.
Localizado en uno de los enclaves más bonitos y privilegiados de Mallorca, el Monasterio de Lluc es un centro de peregrinaje. Fue levantado en el siglo XVII con el objetivo de venerar a la Virgen de Lluc, patrona de Mallorca, la cual se conoce como “La Moreneta” debido al color de su piel.
Durante el año 1962, el Papa Juan XXIII declaró a la iglesia de Lluc como “Basílica Menor”, un título honorífico que solamente se otorga a aquellas iglesias que son realmente especiales. La imagen de la virgen se puede encontrar en el altar principal. No cabe duda alguna que si viajas hasta la isla mallorquina no has de pasar por alto hacer una visita a este santuario, ya que no deja indiferente a nadie.
En pleno corazón de la Serra de Tramuntana y localizado en un valle a 525 metros de altitud, el Monasterio de Lluc se ubica en el entorno idóneo para quienes busquen un lugar repleto de historia y naturaleza.
Es un destino perfecto para los amantes del ciclismo, el excursionismo o el senderismo, destacando la Ruta de Pedra en Sec o la ruta que discurre por el cañón del Torrent de Pareis y finaliza en la preciosa cala de Sa Calobra. Esta última ruta es mucho mejor recorrerla en grupo, a ser posible acompañado por un guía que conozca la zona, debido a la cierta complejidad que presenta. Aun así, merece la pena realizar dicho recorrido, ya que se trata de una de las calas más bonitas de Mallorca.
Aunque se puede llegar al Santuario de Lluc en coche, debe indicarse que la carretera cuenta con curvas algo cerradas, por lo que habrá que ser precavidos en todo momento. El paisaje se encuentra repleto de campos con cultivos de olivos, almendros y cítricos. Si observas con especial atención podrás incluso ver sus famosas cabras montesas en las laderas del recorrido.
Al tratarse de un destino muy frecuentado, dentro del propio monasterio, así como en los alrededores, encontrarás restaurantes, cafeterías, pastelerías, tienda de recuerdos, e incluso, una farmacia.
Además del monasterio, en los alrededores también podrás disfrutar de muchos otros lugares de especial interés como, por ejemplo, un bonito y relajado jardín botánico que cuenta con más de 200 plantas autóctonas diferentes o un interesante museo con colecciones relacionadas con arqueología, cultura, cerámica y arte mallorquín.
Destacar que en el Santuari de Lluc también encontrarás una gran zona cubierta con capacidad para albergar hasta 4.000 personas, que se encuentra destinada para celebraciones, reuniones o eventos, normalmente religiosas o espirituales.
Las festividades en honor a la Virgen de Lluc tienen lugar el día 12 de septiembre, momento en el cual se celebra una procesión donde los niños llevan farolillos. En esta fiesta también es muy común que los visitantes bailen y degusten toda clase de especialidades gastronómicas locales.
La leyenda cuenta que un joven llamado Lluc, allá por el año 1229, encontró la estatua de la virgen en las Sierra de Tramontana. El joven llevó la estatua al sacerdote del pueblo, pero al día siguiente la estatua había desaparecido de la iglesia y volvió a aparecer justo en el mismo sitio donde había sido encontrada por el joven.
Los habitantes consideraron que este ‘milagro’ solamente podía significar que la virgen deseaba que se levantase una capilla allí mismo, la cual posteriormente terminaría transformándose en el Monasterio de Lluc que conocemos hoy en día.
La gran ventaja de alojarse en Hotels VIVA es que los mismos se encuentran a tiro de piedra del Monasterio de Lluc, de modo que en poco tiempo podrás llegar desde tu alojamiento hasta una de las construcciones más importantes y con mayor valor histórico de la isla.
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