Mallorca tiene una extensión suficiente como para recorrerla de lado a lado con facilidad y, sin embargo, sorprenderse uno mismo con nuevos rincones. Al ser todo litoral, incluso los mallorquines, siguen descubriendo nuevas calas escondidas de aguas cristalinas.
Vamos a chivarte nuestras favoritas:
Esta calita de grava y arena, se encuentra a 12 km del Puerto de Pollença, cerca de Formentor. Actualmente se ha restringido el acceso en coche a 1.5 km de la cala, para llegar tienes que cruzar un bonito pinar. Destaca en esta cala la profundidad del fondo marino a pocos metros de la costa, ¡ideal para hacer snorkel!
Nuestra opción más fácil si no quieres andar mucho. Cala Figuera tiene fácil acceso, podrás verla desde la carretera en dirección al Faro de Formentor. Combinación ideal: ¡día en la cala y puesta de sol en el faro!
La cala favorita de los escaladores y los aficionados a descubrir fondos marinos. En esta cala de Manacor, destacan los imponentes precipicios que la rodean. No verás ni un edificio, tan solo la majestuosa naturaleza que la rodea. ¡Impresionante!
¡Ojo aventureros! Para pasar un día en Calò des Màrmols tendrás que ganártelo. ¡Elige las horas de menos sol para ponerte en marcha!
Esta calita no tiene acceso directo ni carreteras cercanas, ¿y sabes qué garantiza eso? Exclusividad. Si te animas a recorrer el camino hasta esta cala de aguas turquesas, casi con seguridad podrás disfrutarla junto a unos pocos.
Tienes dos opciones para llegar hasta ella:
- Aparcar en el faro de Ses Salines y tomar el camino de la izquierda recorriendo 6 km.- Hacer la ruta de Cala S’Almunia a Calò des Màrmols, también son 6 km. De camino pasarás por dos yacimientos talayóticos. ¡Vale la pena!